ALGO ESTÁ PASANDO EN LA HABANA, QUE ESTÁN ENVIANDO ESTE MAIL A TODOS, DESDE CUBA. PÁSALO TÚ TAMBIÉN!
¡La hora del cambio llegó para Cuba!
Al mundo entero: ¡Apoyen al pueblo cubano,
para que podamos deshacernos de la ignominia castrista!
¡No aguantamos más esta tiranía, pero necesitamos
la colaboración de todas las personas dignas y valientes
del mundo, para que este llamado resuene en todos
los rincones del planeta!
¡Es hora de que Cuba se libere de la esclavitud,
el oprobio y el despotismo!
¡Ayúdanos, por amor de Dios! ¡Dejen escuchar sus
voces! ¡Pasen este grito de libertad! ¡Libertad Total!
¡Libertad para Cuba!
¡Dios alce sobre tu rostro y ponga en ti la paz!
FUENTE DE ALABANZA E INSPIRACIÓN
El correo inspirador de este “Oriki” vino de Cuba, enviado por un pastor, según me escribió un amigo comunicador. No pedían NADA, sino sólo que enviáramos ese mensaje, a todos los amigos y conocidos. Yo lo mandé tanto a mis allegados y colegas, que casi me lo aprendo de memoria, por lo que quise hacer una versión poética de dicho mensaje, para Papalotes con Banderas.
Espero que tú lo hagas también, al igual que todos los cubanos dispersos, en la “diáspora fecunda”. Toma el original, la versión, o ambos, que, dado el caso, caso servirán para lo mismo: “Para que Dios y la Patria nos escuchen!”
Agradezco al periodista Armando López Calleja, quien me envió el correo de marras, que a su vez lo recibió de Gilberto Fonticoba, otro destacado comunicador, miembro de la Comunidad de Comunicadores de Iberoamérica, COMUNICASIBER.
Lean ahora mi mensaje, convertido en “Oriki por la Libertad”, para que se escuche y fluya por el mundo entero, con una música interna universal, que espero se riegue mucho más.
ORIKI POR LA LIBERTAD
¡La hora del cambio
ha salido,
por el mundo, a despertar,
a países que han dormido
unos cuantos pueblos más!
¡La hora del cambio
ha llegado,
y por mi Cuba entrará,
como las olas del mar
llegan siempre a la ciudad;
como entran y se quedan,
en mi Cuba quedará
la hora del cambio, cual vida
que se vive en Libertad!
¡Marea que se abalanza,
como si ya no aguantara
su tremenda realidad!
¡Marea que limpia a manos
la mentira en la ciudad,
y reúne a los hermanos
sumidos en soledad,
como los tantos dormidos,
en el grito de la mar,
que izaron luces al aire,
--“noctilucas” de mi hogar--,
levantando a todo un pueblo,
como los hombres que están
disparando sus conciencias,
a un poder que no da más!
¡La hora del pueblo
ha llegado
a la cárcel insular!
¡No más miedos incubados,
para mi Cuba natal!
¡La hora del cambio
ya ha entrado,
por las murallas del barrio,
y en el cielo se ha instalado
un viento de libertad,
parecido a algún zarpazo,
que a la costa llegará,
como aquel “Maleconazo”,
por mi Cuba volverá!
¡Al mundo, en pleno,
queremos hoy saludar,
para que todos ayuden,
como si un hermano más
se uniera por nuestra causa
y la de la humanidad!
¡Fuerza a los cubanos
y apoyo, además,
para que podamos
deshacernos ya,
del Ojo quietista
y la iniquidad!
¡No se aguanta más
nuestra realidad,
ni el castrismo, a ras
de un pueblo que quiere
más su libertad,
si el alma despunta
frente al malestar,
cuando convocamos,
a todos los que han
plantado, en sus manos,
solidaridad,
para un pueblo ciego
y sin libertad,
que lanza su grito
por la humanidad,
trayendo al planeta
otro despertar,
de un pueblo aguerrido,
que perdió moral,
mas ahora revive,
hasta empoderar
su ciudadanía
y su bienestar.
¡Es hora que Cuba
libere su faz
del fantasma astuto
de la irrealidad:
yugo tan mañoso,
que asusta sin par
y la contamina,
con cruel hermandad
de unos Castros locos;
cual la “santidad”
que engaña a los pueblos,
cuando entra en arreglos,
para perpetuar
riquezas, por medio
de infelicidad,
que eso es sacrilegio,
de lacra mortal,
jamás enviados
de algo celestial!
¡Ayúdanos más,
por amor de Dios
y la Humanidad!
¡Pues ya no hay arreglos
con la libertad!
¡No nos rendiremos,
nadie temerá!
¡Dejen escuchar
sus voces aún más,
para que se haga
todo realidad,
y triunfe mi isla,
con su libertad!
¡Pasen este grito
a la inmensidad!
¡Libertad y Paz,
Paz y libertad,
resuenen en Cuba,
cual clamor vital!
¡Libertad por Cuba,
de una vez, y más,
libertad total,
por la eternidad!
¡Pasen este grito
de la Libertad!
¡Dios alce tu rostro
y ponga, en ti, paz,
que descubra todo,
Cuba, tu antifaz,
para que nos quite
el bien de este mal,
que nadie más quiere,
ni busca en su azar!
¡El mal que ha invadido
los dientes de mar,
en perros de playa,
plazas de ciudad,
que ya nadie aguanta,
ni el mismito mal!
¡Mal que ya revienta,
y se ha de marchar,
pues como así vino,
sin dudas, se irá,
por la puerta ancha,
pero la de atrás!
¡Ahora sí la historia
los absolverá,
de estar en la gloria
de la humanidad!
¡Por Cuba y por todos,
ayuda a alcanzar
vuelo a nuestra paz,
triunfo de un país,
por su Libertad,
pues somos cubanos
de la Humanidad!
¡Pasen este grito
de la Libertad!
UN NUEVO FINAL
Todo lo que agrego
a un nuevo final
es el canto suelto
de nuestra hermandad,
que lanzamos juntos,
para celebrar
“Oriki de todos,
por la Libertad”:
--¿Quién hizo el canto, por Dios?
¿Quién lo hizo y lo envió?
¡Fuente-Oh-de Cuba, Señor!
¡Un pueblo entero, en clamor,
que se cansó del dolor,
y busca consolación,
en la Patria y el Amor,
de su Dios Liberación!
¡Un pueblo que es el Señor
de su tiempo y redención!
¡Un pueblo, amado por Dios,
despierta y alza la voz,
uniendo al mundo, a favor!
¡Paz, Democracia y Amor,
con Libertad es Mejor!
José Antonio Gutiérrez Caballero
Miami, 17 de febrero del 2011.
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