sábado, 29 de enero de 2011

GLOSAS SENCILLAS PARA EL APÓSTOL


Cultivo una rosa blanca,

para el niño que ha nacido,

entre grilletes, mordido,

por la patria que no arranca.

En junio como en enero,

se armó el joven por su isla,

y llega un Don, que lo aísla,

con destierros mal agüeros.

Para el amigo sincero,

que supo unir más hermanos,

cuando vio que de sus manos

despertaba el mundo entero,

que me da su mano franca,

y descubre por las nubes

un papalote que sube,

cuando el dueño no lo tranca.

Y para el cruel que me arranca

la patria, sin más motivo,

que arañarme y verme esquivo,

por encima de sus ancas,

el corazón con que vivo

no es la tierra que me alcanza,

sino el alma que me lanza,

a cantar entre cautivos:

Cardo ni ortiga cultivo,

para el hombre que enarbola

su libertad en una ola,

mientras otros mueren vivos.

Cultivo la rosa blanca

para el sincero poeta,

cuya palabra es saeta

que ilumina y no se estanca.

José Antonio Gutiérrez Caballero

Miami, 28 de enero del 2011.

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