ALMAS DE GIRASOL
A las madres, en su día.
La Madre es Girasol, pues ella vive
el amor que sus hijos le provocan.
La Madre es una Luz, que nadie toca,
pero en todos los sitios se percibe.
La Madre es Girasol, porque nos sigue
con amor, que en su pecho no reposa.
La Madre más que Flor, es mariposa
que del día a la Vida nos persigue.
La Madre es un Angel que concibe
el nuevo corazón que nos convoca.
No hay en ella dolor que la fatigue,
ningún rumbo a sus hijos equivoca:
Con tanto sentimiento los exhibe,
cual madre universal, y no trastoca
su amor de estela dulce, pues consigue
llevarnos a la luz, donde se invoca
el tierno girasol, que en su alma vive.
José Antonio Gutiérrez Caballero
Miami, 7 de mayo del 2011.
NO HAY MADRES SIN HIJOS QUE AMAR
Cuando, por primera vez, vi a mi hija Gabriela, yo tenía 22 años, y ella, apenas un minuto de nacida. Un jueves, 14 de diciembre, a las 5 y 18 de la tarde, sentí, al mismo tiempo, el dolor de una última sutura, junto con la alegría de ver una criatura tan hermosa, sobre mi adolorido cuerpo; y el miedo a perderla se adueñó de mí, cuando la enfermera me pidió, que la mirara bien, y repitiera, con ella, el día y la hora exacta, “por si las moscas”. Abrí los ojos, tan grandes como pude, para tragarme su rostro y, con la garganta seca, tomé la lección.
Horas después, despertaba de la anestesia; la sostuve en mis brazos y me quedé mirándola fijamente -¡Enséñame a quererte más de lo que está permitido!- Cada encuentro, entre nosotras, tenía una magia especial. Sus deditos tan perfectos, su rostro de ángel, cada nuevo movimiento, me transformaba en su fanática más acalorada. Necesitaba de ella, para respirar, pues mi hija siempre ha sido mi oxígeno.
No todo, en este largo camino, fue derroche de dichas. Momentos difíciles hemos tenido, pero, lo mejor del trayecto juntas ha sido lo que he podido aprender de ella, de su risa, su picardía, su romanticismo, sus travesuras (unas más locas que otras). Cuando la escucho repetir algunas de mis frases y luego decir, -¡Me parezco tanto a ti, mami! – descubro el verdadero significado de ser madre. No hay madres sin hijos que amar. Todos mis sueños son el reflejo de lo que he dormido a su lado y despertado por ella.
Gabriela ha estado, en los más importantes momentos de mi vida, me ha acompañado, en mis grandes sueños. Ha estado en mis libros, mis poemas, mis triunfos, mis logros, mis pérdidas. Mi hija ha estado, para aconsejarme, para darme fuerzas, como cuando de niña se sentaba a mi lado, en el aula de la Universidad. Merecía estar en mi graduación; y a mi lado entró, en el Aula Magna. Gabriela fue testigo de bodas y diplomas, de alegrías y llantos.
Cada día de las madres los hijos se rinden,ante el honor, y declaran su amor a quienes los han enseñado a caminar por la vida. Hoy, en la lejanía, extrañándola y rogando a Dios, por su bienestar, quiero agradecer a mi hija, por haberme concedido el honor de permitirme ser madre, de poder experimentar el placer de llevar a una hija de la mano, caminando junto a mí.
Mi mejor regalo vino envuelto en su nombre, y mi legado a ella serán las enseñanzas de mi madre, que también me han guiado en todos estos años.
Amelia M Doval
dovalamela@yahoo.com
http://www.creabloggers.ning.com/profile/AmeliaMariaDoval
!Feliz Día de las Madres,
cual luz amada
de un tierno Girasol,
que es el milagro
de nuestro corazón!
!Para todas las madres,
en el díade hoy,
que son nuestras almas de girasol!
José Antonio Gutiérrez Caballero.
Miami, 8 de mayo del 2011.
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