domingo, 13 de febrero de 2011

EL ZAPATAZO se ha convertido en una rebelión pacífica ecuménica, pero no como la Revolución francesa


Finalmente ha triunfado el pueblo egipcio, después de dieciocho días. Tiempo récord, pues las nuevas generaciones han tenido la última palabra, ante esta crisis del país africano, donde sus hombres y mujeres se lanzaron a las calles, sin ceder un instante, en sus propósitos pacíficos de emancipación. Significa el triunfo del pueblo egipcio, sobre la autocracia y la monarquía, hacia una sociedad abierta, pluripartidista y democrática, que llamará a elecciones generales, en septiembre del 2011. Por eso, todos celebran el triunfo de la nación egipcia y su transición a la democracia y la libertad.

EL ZAPATAZO egipcio se ha convertido en una rebelión pacífica ecuménica, con manos y zapatos, no como la Revolución francesa, que fue un asalto al cielo, cortando las cabezas de los poderosos. Los egipcios han enviado un mensaje al mundo de lo que debe suceder, en todos los países con los gobiernos totalitarios. El pueblo cubano debe aprender de este grande y actual ejemplo, lo mismo que sus incipientes líderes comunitarios y de oposición, tanto dentro, como fuera de la Isla, pues ha llegado la hora de nuestra emancipación. Las condiciones objetivas y subjetivas están dadas, para que produzca el salto cualitativo que necesita todo un país, por eso, no sé qué estamos esperando. Tomemos experiencia de este enorme pueblo africano y hagamos prevalecer nuestra dignidad y nuestro empoderamiento ciudadano, que aunque no se encuentra en su punto más alto, tampoco lo estuvo en el de Egipto, con la única diferencia, que ellos jamás tuvieron miedo, o se sintieron coartados por la policía política e, inclusive, los militares, quienes al final contribuyeron a la causa común de la libertad, como en una verdadera democracia.

El artículo que les traigo, escrito por el periodista José Lázaro Martel, habla de eso y más, pues congratula al pueblo egipcio, en una nueva y definitiva etapa de conmoción social, gracias a ese consecuente emponderamiento de sus capacidades, enfrentándose y devastando las facultades omnímodas presidenciales, hasta dar al traste con toda una sórdida maquinaria sociopolítica, que en definitiva fue conminada a renunciar, como única salida a un conflicto, que no ofrecía otros términos resolutivos, que los que tuvo, felizmente, para beneficio de todo un pueblo, su democracia y la humanidad en general.

Los niños celebran, tanto como los adultos, el triunfo sobre 32 años de monarquía, del malvado Mubarak, que tal parece un cuento extraído de la propia realidad. "La Rebelión de los Zapatos", debía llamarse este cuento, relacionado con la crisis de Egipto, que culminó con la liberación del pueblo egipcio, y la renuncia de Mubarak.

LOS ZAPATOS, MUBARACK Y SU CAÍDA

"El zapato" es un símbolo del ciudadano árabe, que significa repulsa y odio. Hace algunos años, le lanzaron dos al presidente Bush, durante una conferencia de prensa, en Irak. Yo soy occidental y caribeño, no entiendo, ni profeso, esa costumbre de a nadie. Pero lo que estamos viendo en Egipto es algo insólito. Una nueva generación, que pidió la salida de un dictador, de forma pacífica, y sin utilizar un ápice de violencia. Ayer le mostraron los zapatos y hoy se fue Hosni Mubarack, abandonando el poder, como el tirano que fue. Júbilo y gritos, en la Plaza Tahrir . Para aquellos, que cuestionaban la actitud del actual gobierno de Estados Unidos, aquí está la respuesta: Egipto necesitaba democracia. ¿Cómo, después de 5,000 años de totalitarismo, un pueblo reclamó la libertad en democracia? Una juventud nueva y firme vive, en ese Egipto histórico.

Desde el 25 de enero comenzó esta gesta gloriosa, donde millones de egipcios unidos reclamaron la salida del último dictador, con 32 años de un poder férreo y cruel. Los derechos no son de distintas culturas, sino, con esta acción, se muestra que son universales y dignos de todos por igual. He escuchado a algunas personas decir, que esa lucha egipcia era en vano, ya que nunca habían conocido la manera de vivir en libertad, sin embargo, la realidad contemplada, en las últimas horas (febrero 11, 2011) muestran lo contrario. Egipto lucha por su libertad y democracia. Todos unidos, pacíficamente, lograron su objetivo. Mezcla de musulmanes, islámicos, socialistas, nasseristas, cristianos y ateos, todos dijeron: "¡Vete, vete Mubarack!". Y al final, el dictador abandona el poder. ¿Que pasará ahora? ¿Quiénes asumirán ese espacio tan importante de gobierno? ¿Una junta militar, conjuntamente con civiles? Veremos qué sucede.

Lo importante es que ganó el pueblo. Las mujeres, hombres, niños, ancianos. Todos vencieron al mal. ¿Cuál será el bien? Lo próximo vendrá a su debido tiempo, y ya, por lo menos, se creó un consejo militar, para que no haya vacío de poder, que habló de crear un gobierno de transición y una futura constitución.

La gente está en la calle, y todos están alegres y victoriosos, acabó el descontento. El tirano se marcha, y ya era hora. El ejército se comportó de forma inesperada, pues no reprimió al pueblo, cuestión distinta a la policía, que causó miles de muertos y heridos.

El gobierno de Estados Unidos debe estar satisfecho. Lo más esencial es cooperar y ayudar a ese nuevo consejo militar, procurar el camino, para que se pueda conformar, cuanto antes, un gobierno de transición, hasta convocar elecciones libres. La tecnología moderna vuelve a jugar un papel de unidad, dentro de las fuerzas vivas de un país, inmerso en una nueva forma de vida ciudadana. Ojalá que Egipto no sea otro Irán, y sí una nación democrática y popular.

Por José (Pepe) Martel
Miami, Florida, USA
joselmartel@yahoo.com
http://creabloggers.ning.com/profile/JoseLMartel
Comunidad de Comunicadores de Iberoamérica
(COMUNICASIBER
)

Imágenes del pueblo egipcio celebrando

http://www.reuters.com/news/pictures/slideshow?articleId=USRTXXQOR#a=9

José Antonio Gutiérrez Caballero
Miami, 13 de febrero del 2011.

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